05 julio, 2010

El Placer está en tus Manos II

Y aquí seguimos con el artículo iniciado aquí, que se publicó en la revista sexpol:


Durante los meses que duró el proyecto, en los medios se resalto que:

o   La educación sexual incita a las relaciones sexuales genitales tempranas. Aquí partimos de la base de que la educación sexual suele impartirse a partir de los 12 años aproximadamente. Antes de esta edad la información recibida, por regla general, suele venir del grupo de iguales, de los medios de comunicación, y, en algunos casos, de los padres y las madres. En el caso de venir de la escuela, suele reducirse a los órganos reproductivos, salvo excepciones. Los modelos que antes de esa edad reciben los/as niños/as les generan más dudas y curiosidad que una clase de educación sexual, donde la información verídica es la base, no los modelos de comportamiento imposibles e insanos que se ven diariamente en los medios de comunicación. Lo que fomenta la educación sexual es que cada cual se valore más a sí misma/o y conozcan diferentes modelos que les ayuden a disfrutarse, no reduciéndose únicamente al coito. Desgraciadamente, los talleres de educación sexual suelen limitarse a unas cuantas horas al año, que son insuficientes para una formación óptima.

  Por otra parte nos encontramos con el problema de reducir la educación sexual a prevención de enfermedades e infecciones de transmisión sexual, así como embarazos no deseados. Este hecho da lugar a dos cosas. Por una parte, se asocia el peligro a todo aquello que tenga que ver con el Placer. Y por otra se da a entender que existe una sola práctica (coito) y el resto son “preliminares”.

Para evitar esto, lo ideal sería que la formación en sexualidad constituyese parte de la educación integral de la persona desde la educación infantil para así evitar comportamientos de riesgo. Puesto que si se puede disfrutar de otras maneras de uno/a mismo/a ¿por qué arriesgarse?

La educación sexual parte de considerar a la persona como un todo, como un conjunto de procesos biológicos, psicológicos y sociales y no sólo como unos meros genitales que van en busca de la satisfacción momentánea.



o   Se fomenta la homosexualidad. Tal y como hablábamos antes, para una vivencia sana de la sexualidad, es necesario vivirse libremente sin imposiciones externas. La orientación del deseo hacia alguien de nuestro sexo es tan buena como que dicha orientación sea hacia alguien de distinto sexo, máxime cuando se supone que este tema está totalmente aceptado por gran parte de la sociedad. Lo que hizo saltar las alarmas es que en el fanzine que se elaboró, ante la duda de una adolescente sobre su orientación del deseo, se le sugería la posibilidad de probar y ver qué pasaba. Para comprobar hasta que punto tenemos aceptado que, al igual que existe la heterosexualidad existe la bisexualidad y la homosexualidad, tan sólo tenemos que preguntarnos si nos escandalizaríamos igual si la duda planteada por la adolescente fuese que sus dudas surgiesen porque se sentía atraído por una persona de sexo distinto.





o   La masturbación es un comportamiento egoísta. Se redujo esta práctica a momentos de soledad y/o como sustitutivo de relaciones de pareja. Es otro de los mitos existentes que contribuyen a que sólo exista un único modelo de relaciones sexuales genitales, desprestigiando todo aquel que no lo fomente. La masturbación, aparte de contribuir a conocerse a uno/a mismo/a y disfrutarse, es una práctica que se puede realizar en pareja y no por ello es un indicativo de que la relación no es “completa”

o   Se utilizaba el taller para vender juguetería erótica. En ningún momento la intención fue servir de plataforma para aumentar la venta de juguetería erótica. Se mostraron artículos que se venden en tiendas eróticas pero también en tiendas de comercio justo, ecológicas, farmacias, etc. Los artículos que se mostraron fueron la Mooncup o Copa Menstrual, alternativa para los tampones que tan dañinos son para la salud y cuerpo de la mujer. Las bolas chinas, para ejercitar el suelo pélvico y conocer más nuestro cuerpo y sus posibilidades. Ambos productos son elementos que promueven el cuidado del propio cuerpo y refuerzan la idea de no exponerse a riesgos evitables, conociendo alternativas saludables. También se mostró un dildo, indispensable para la colocación del preservativo masculino, así como una vulva de peluche para la colocación del preservativo femenino y las bandas de látex (bandas de látex que se utilizan para la práctica del sexo oral).


o   En los materiales se usaba lenguaje demasiado directo. Uno de los objetivos al realizar los materiales es que fueran atractivos para la población a la que se dirigían. Para ello se utilizan imágenes, expresiones, lenguaje, etc. acorde a dicha población. Se pretendía acercar la información de manera horizontal para evitar las reticencias a la hora de integrar los nuevos conocimientos, siendo su lectura amena y fácil de entender.

   A pesar de las críticas vertidas, hubo también mucho apoyo por parte de la gente que se informó del proyecto: Profesorado, Padres, Madres y participantes. Las evaluaciones de las personas asistentes fueron excelentes. Las únicas quejas que encontramos en dichas evaluaciones fueron, por una parte, la atención excesiva por parte de los medios; y, por otra, la duración del taller, argumentando que les hubiese gustado una duración mayor, y no sólo como una actividad puntual.




Está claro que la sexualidad sigue siendo un tema incómodo para algunos sectores que la interpretan como un adoctrinamiento, cuando en realidad dista mucho de ser así. Ser educados/as en sexualidad propicia una vivencia de las relaciones más sanas y libres. Y está educación no sólo tendría que estar dirigida a la infancia y a la adolescencia, sino a todo el conjunto de la población, para aprender a disfrutarnos como personas sin culpabilidades externas que, hoy día, carecen de sentido.

Siempre quedará  la esperanza de que se reconozca que la sexualidad no es sólo sexo, sino que es una parte imprescindible para el desarrollo óptimo de las personas.


Mónica Quesada Juan


5 comentarios:

eco dijo...

Me hace mucha gracia la crítica de "se fomenta la homosexualidad", ¡Cómo si la heterosexualidad no se fomentara!¡cómo si naciera de forma espontanea en los individuos!.
La heterosexualidad se fomenta en cada individuo desde nace.
El deseo es mucho más amplio que cualquer orientación sexual...

Yo creo que mucha peña que criticó la iniciativa, fué porque se morían de la envidia, y ellos ya estaban demasiado mayorcitos para que les explicaran lo que nunca supieron...jejeje...

Por mi parte, muchas felicidades por impartir un modelo de educación sexual mucho más profundo y útil y respetuoso.

Un abrazo Mónica!

Ida y vuelta dijo...

En priemr lugar, el taller me parece una iniciativa tremendamente positiva. Creo que hablar de sexo no tiene mayor trascendencia que hablar del Diario de Patricia o de si ayer hizo calor en mi pueblo o llovía en el tuyo. Talleres como este hacen que se normalice la sexualidad, algo que creo necesitamos como sociedad.

Creo que la liberación sexual de cada persona viene más condicionada por el entorno que por su propia mentalidad, todas esas cosas que absorbemos como esponjitas desde pequeñ@s. Sin embargo actuar en ambos sectores a la vez puede acelerar el proceso, tanto con la gente como individu@s como con la sociedad como conjunto.

Con lo que no estoy deacuerdo es que el sexo, o la sexualidad, sea una parte imperscindible de la vida. Hay muchas personas que de forma voluntaria adoptan el celibato. Y no me refiero a la gente que dice hacerlo y no lo hace, sino a la que realmente nunca entra al juego cuando siente el impulso. Esas personas pueden disfrutar perfectamente de una vida plena sin mayor complicación.

Por otra parte, puedo disfrutar puntialmente de juegos que no terminen en el coito propiamente dicho. Sin embargo son las menos. Las más prefiero que termine así y vivo totalmente feliz, de hecho sigo mi propio camino de descubrimiento personal, y he descubierto que me satisface más una relación con coito que sin él, por regla general.

Cierto es que no lo veo como un imperativo, simplemente como una preferencia fuerte.

Mónica Quesada Juan dijo...

Muchas gracias Eco! La verdad es que lo del fomento de la homosexualidad merece un capítulo aparte..pero paciencia, sobre todo eso.

Otro abrazo para tí!

Mónica Quesada Juan dijo...

Efectivamente Ida, hablar sobre el tema desde la formación ayuda a que los mitos dejen de ser tales y a vivirse sin la carga que se nos impone desde la infancia.

Con respecto a que la sexualidad sea imprescindible, lo es. De hecho, suele producirse una confusión entre términos. El sexo forma parte de la sexualidad, pero no lo es todo. La sexualidad forma parte del ser humano, te vives desde ella, representa la vivencia de cada cual con respecto a sí mism@, ya sea desde el celibato o fuera de él. Lo que no es imprescindible es el sexo, que es una representación de la sexualidad, pero no la única. El celibato no implica que dejes de disfrutarte como persona, con lo cual no significa que renuncies a la sexualidad, sino que la vives en una de sus múltiples maneras y hay tantas como personas existen.

Y, como siempre, un placer tenerte por aquí.

Ida y vuelta dijo...

Pues ciertamente tienes razón! Estaba malinterpretando el término sexualidad por algo bastante más coloquial y menos acertado.

Ahora me quedo más contenta todavía con tu artículo!

Un abrazo, Mónica.

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